El arenero es mucho más que arena.

PARTE II de 4 entregas.

La arena está dentro del arenero, y este también influye en su uso.

Nuestra preocupación habitual y lógica cuando pensamos en que nuestro gato realice sus deposiciones con normalidad, es la arena que le facilitamos. Pero con frecuencia nos olvidamos que ésta se encuentra dentro del arenero, y que también hay múltiples factores a su alrededor que afectan directamente al uso que realice nuestro gato del mismo. Desde el tipo elegido al tamaño que tenga, su ubicación en el hogar o la cantidad de los que ponemos a su disposición, todo influye en que nuestro gato se sienta cómodo haciendo uso de él.

Preocuparnos por el arenero, su tamaño, cantidad, ubicación y demás, es un punto vital que influye en su uso por parte de nuestros gatetes.

Ubicación del arenero

Es una de las cosas que más obviamos los humanos, que hay sitios que son un SÍ, y otros que son un rotundo NO. Desde luego que cada uno tenemos la casa que queremos (o que podemos permitirnos) y muchas veces no hay demasiada opción de elección. No obstante, debemos intentar, por lo menos, que él se sienta seguro al usarlo; se recomienda evitar ubicarlo en mitad de una habitación o en un lugar de paso continuo, así como excesivamente arrinconado y sin vías de escape.

Procurar, siempre que sea posible, que no esté en una habitación social (aquellas donde nosotros como humanos hacemos más vida, entre nosotros y con el gato); emplearemos en vez un baño o aseo, una habitación de poco uso o similares. Aquellas donde el gato no sienta que tiene que “buscar el momento” donde la habitación esté vacía o no haya mucho movimiento como para sentirse seguro y concentrarse en hacer su tarea… Y, por favor, evitar colocarlo en lugares de ruidos fuertes o cerca de máquinas que puedan asustarle: la lavadora centrifugando, en el balcón y que pase el camión de los vidrios, cerca de la puerta de entrada y que baje el vecino con el perro ladrando… Si nuestro gato se asusta mientras hace sus necesidades, puede que no quiera volver a usarlo en ese lugar.

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Por cierto, los gatos en esto también “tienen palabra”… Es decir, que de todos es bien conocido que un gato come más a gusto en un sitio que en otro, o que duerme más plácidamente en cierta esquina del sofá o en una manta en concreto, y esto también pasa con el uso del arenero, que les es más confortable en unos lugares que en otros. Si tenemos dudas de dónde le resulta más cómodo usarlo, puedes probar a poner varios areneros repartidos por tu hogar, y comprobar en el transcurso de algunos días, cuáles está usando con mayor frecuencia. Los que no use apenas, los puedes retirar, y quedarte únicamente con los que él ha elegido, en función de los que ha utilizado más.

“No me mires, humano, esto es muy privado…”. Asegúrate que tu gato se siente seguro al usarlo.

Tipo de arenero

Cubierto, descubierto, de acceso vertical, automático, con criba… El mercado está evolucionando tan, tan rápido, que nos crea necesidades (y dudas) que ni pensábamos que teníamos. Por norma general, siempre que nos sea posible, escogeremos un arenero descubierto (sin tapa). Para los gatos es más higiénico y cómodo de usar. Por un lado, porque pueden poner en práctica sus “rutinas y manías”, eso que bien sabes de “doy siete vueltas en un sentido, dos en el otro, salgo, vuelvo a entrar, me giro, y orino en la misma esquina de siempre”.

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Por otro lado, los olores se disipan más fácilmente en un arenero descubierto, por lo que la sensación de suciedad para el gato es menor que en un arenero cubierto. Nosotros somos sobre todo conscientes del momento de la deposición, es cuando más olor tiene, y luego dejamos de percibirlo con tanta intensidad (más todavía si la retiramos rápido). Pero, a diferencia de nuestras sensaciones, el gato seguirá percibiendo su olor durante más tiempo, por lo que un arenero abierto ayudará a que se concentre menos olor en él y desaparezca más rápidamente.

El arenero cerrado no está vetado, pero cuándo sería recomendable usarlo? En los casos en los que no tengamos más remedio que ubicarlo en una zona social (el salón, la oficina, la cocina, etc.); en estos casos este tipo de areneros pueden proveerle de algo de intimidad y seguridad, si hay personas en la habitación, o entrando y saliendo con frecuencia. En este caso puedes usar un arenero cerrado, que sea grande y sin puerta a ser posible, de manera que no concentre tanto olor, pero le permita sentir que no le están observando y acechando mientras hace sus cositas. O hacerte con uno de acceso vertical (como algunos de los que tenemos en La Gatoteca), donde el gato tiene intimidad, pero siempre está ventilado, porque está permanentemente abierto por arriba.

Entiende que un arenero cerrado es como un armario sin ventanas. Que todo aquel pis o caca que tu gato hace, se queda ahí atrapado, con su olor y, cada vez que quiere entrar, le viene una bocanada desagradable… No suena bien, verdad? Es momento de hacernos conscientes de estas cosas! Y de que si no lo quieres para ti, por qué se lo vas a imponer a tu gato?

Los areneros descubiertos son mucho más higiénicos para nuestros gatos, ya que concentran menos olor.

Tamaño del arenero

Sí, tu pequeño gatito puede que se convierta en un tigre o una pantera conforme se crece. Un arenero debe ser un lugar lo suficientemente grande como para que él lo use de forma confortable. Hazte a la idea de que, en libertad, el gato tiene una extensión cuasi infinita para elegir dónde hacer sus necesidades y que, en nuestro hogar, le acotamos ese espacio a una mísera cajita, pequeña, donde muchas veces casi ni cabe su cuerpo entero dentro. No tienen que verse forzado a sacar parte de su ser fuera del arenero, para que el culete le quepa dentro…

El arenero debiera de ser, como poco, 2 veces el tamaño de nuestro gato sentado. Una medida orientativa de 40x50cm serían unas dimensiones mínimas de las que partir y, de ahí en adelante, lo que puedas acomodar en tu hogar. No solo tendrá espacio para hacer sus necesidades con comodidad, sino que además la cantidad de deposiciones que haya (entre que las recoges y no), seguirán dejando espacios libres para un pis más.

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Y si tu gato ha ido creciendo y el que compraste se le ha quedado pequeño, así como si sus circunstancias de salud cambian y requieres otro modelo más adecuado, que no te cueste comprar uno acorde a su tamaño y necesidades. Dona el antiguo a una asociación de ayuda a los gatetes, como puede ser la nuestra (que siempre nos vienen de perlas!) y compra uno nuevo acorde a lo que tu gato necesite en cada momento de su vida.

Además, inevitablemente, cada par de años vas a tener que cambiarlo sí o sí. Porque no dejan de ser artículos fabricados en plástico que, al margen de intentar mantener una higiene magnífica, van a coger olores en el propio material, que te obligarán a comprar uno nuevo cada cierto tiempo. Quizá a ti este detalle te pase desapercibido, pero a tu gato no. Básicamente puedes saber cuándo ha llegado el momento de renovarlo si al desinfectarlo ves que la superficie, en algún punto, comienza a estar rugosa, no desliza y se agarra la arena o la deposición y es difícil de eliminar. Toca arenero nuevo!

Si tiene que estar en mitad de una habitación sociable, puedes usar uno cubierto, pero que sea lo suficientemente grande!

Cantidad de areneros

Hay una “norma no escrita” que indica que “tienes que tener tantos areneros como gatos conviven en el hogar, más uno”. Bueno, se puede valorar este concepto como punto de partida, pero siempre estas cosas hay que tomarlas con relatividad… Es realmente la relación que tengan nuestros gatos, sus personalidades y el espacio del que dispongamos, lo que va a marcar cuántos areneros debiéramos tener.

Un solo gato puede tener un solo arenero en todo el territorio, aunque si puedes proveerle de dos, en distintos puntos de la casa, te lo agradecerá por seguro. Y, si hay más de un gato, el que usen los mismos areneros, dependerá en gran manera de la relación que tengan entre ellos. No es lo mismo dos hermanitos que llegan juntos a un hogar y se aman, que dos gatos que recién se conocen, o que tienen problemas de convivencia, bullying o agresividad.

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Mi consejo es siempre “ofrecer de más, que de menos”. Ante la duda, llena la casa de areneros provisionales, siempre tendrás tiempo de reducir el número conforme compruebes cómo los usan, si están cómodos, etc. Las relaciones entre gatos van cambiando a lo largo de la convivencia, normalmente a mejor, y van compartiendo más espacios y rutinas, así como areneros; pero también puede ocurrir a la inversa, y que tengamos que aumentar el número de areneros en la casa, de forma temporal o definitiva. No te cierres a que si algo funciona en un momento determinado, lo va a hacer de por vida. Los gatos crecen, cambian sus rutinas, necesidades por salud, etc., y adaptarse a ellos en cada etapa de sus vidas, es más que necesario.

Y, lo que es muuuuuy importante: tener varios areneros significa tenerlos repartidos en distintos puntos del hogar. Tener tres en la misma habitación, uno junto al otro, para un gato se traduce en tener un arenero muy grande, en vez de tres.

Dedicado a todos los que tienen muchos areneros en casa, gracias!
Eva Aznar - ABRIGA

Los amigos se hacen bizum! Y nuestros gatetes también tienen el suyo, el 07684. Ayúdales con un donativo ;)

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