Me vuelvo loco con tantas arenas!

PARTE III de 4 entregas.

Tipos de arenas

La diversidad de arena que podemos encontrar en el mercado es abrumante… Mientras que hace unas pocas décadas prácticamente solo teníamos una opción (arena convencional), ahora encontramos a nuestro alcance una infinidad de posibilidades, que ofrecen diferentes prestaciones, tanto para el gato, como para nosotros. Nuevamente, nos encontramos con firmes NOES, y con una gran diversidad de SÍES. Así que vamos a detallar un poco las diferencias…

La primera cualidad que divide ampliamente unos tipos de arena de otros, es el factor aglomerante. A qué nos referimos con esto? A la capacidad de poder retirar únicamente las deposiciones sólidas (heces), o de poder retirar también los orines, porque la arena lo convierte en un cuerpo sólido de alguna manera. Mi consejo es siempre escoger una arena que sí aglomere y permita retirar todas las deposiciones del gato, porque lo que no retiras, permanece ahí, oliendo, generando bacterias, y siendo insalubre e incómodo para tu gato y para ti. Vamos a hablar al detalle de cada una de ellas y sus variedades:

Tantas y tantísimas arenas que ofrece el mercado actualmente, nos complica a veces la decisión de cuál escoger. Pero nosotros te ayudamos!

Arena NO aglomerante

Es un producto aparentemente más económico, viendo que el importe por litro/kilo es inferior a las otras. Esto tiene un razonamiento, y es que su vida útil es muy inferior al de las aglomerantes, haciendo un gasto más elevado de arena para mantener una higiene adecuada. Digamos que, al no poder retirar la orina, nos obliga a cambiar la arena por completo con mucha más frecuencia, y al final no ahorras nada, porque usas muchísima más arena (y además desinfectas con más frecuencia y te ocasiona más trabajo…).

Algunas de ellas intentan enmascarar esta necesidad de la constante renovación ofreciendo composiciones que “enmascaran los olores”, para que a ti te parezca que “no está tan sucia” y la estires todo lo posible. Lo que es un gravísimo error, porque aunque no lo huelas, la orina está ahí. Existe incluso un márketing de “un gato, un saco, un mes”, que es una mentira como una casa, además de antihigiénico. En caso de usar este tipo de arenas (por el motivo que sea), es aconsejable poner poca cantidad en el arenero y, cada semana o menos, tirar todo el contenido, desinfectar el arenero y reponer con arena nueva.
Dentro de esta tipología, tenemos los siguientes formatos:

- Arena convencional: también denominada absorbente, es la de toda la vida... Piedrecitas, sin más misterio, para que el gato tenga un lugar donde hacer sus necesidades. Casi sin prestaciones positivas más que su mera existencia, y que es ligerita de peso... A veces vienen con fragancias para parecer “más amables” para el humano, pero incómodas para el gato, ya que se formulan para ti y no para él. Levanta una gran cantidad de polvo, que puede ocasionar a la larga problemas respiratorios en nuestros gatos. Solo usar en caso de “me quedé sin arena para el gato y no tengo otra opción, de verdad”.

- Arena de sílice: ¡¡PROHIBIDA!! La conocerás como esa de cristales transparentes o perlitas. Realmente es sílice, vamos, un material mineral que actúa como desecante. Es lo mismo que hay en esos sobrecitos pequeños que encuentras en las cajas de zapatos y que vienen con una advertencia de “lávate las manos después de tocar este producto y tocarte la cara o los ojos”… Su mecanismo de funcionamiento es que el cristal de sílice, al entrar en contacto con cualquier tipo de humedad, la absorbe y, por gravedad (al ser más pesado que otros cristales que no han absorbido nada), va al fondo del arenero. Cuando decimos que absorbe humedad, es de cualquier fuente; es decir, que lo hace con el pis y la humedad de la caquita, pero también se activa en contacto con heridas superficiales del gato, e incluso de sus partes pudendas si se pega mucho a la arena al orinar, por lo que puede ser peligrosa.

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En añadido, en el fondo del arenero se acumulan todos esos cristales con los restos de las deposiciones, por lo que se crea un lecho oculto donde proliferan bacterias. Normalmente nos hacemos conscientes de esto en el momento en que vaciamos el arenero por completo para desinfectarlo; suben unos vapores que nos escuecen en los ojos, nos irritan la garganta y resulta agresivo y muuuy molesto. Usar esta arena es como utilizar un baño portátil de los que encuentras en eventos al aire libre: hay una sustancia azul (las piedritas de ese color de esta arena son para esto), cuya función es neutralizar las bacterias y dar un olor a desinfectante, lo que te permite entrar sin que se te revuelva el estómago (demasiado), pero todos sabemos que, en el fondo ese cubículo, hay infinidad de deposiciones de las decenas de personas que lo han usado antes que tú. Sí, literalmente eso es lo que siente tu gato al usarla, y no es agradable, verdad?

Por último, y esto es IMPORTANTE, es que estas arenas levantan un polvo invisible y muy volátil, que tanto gatos como humanos inhalamos, y que es TÓXICO. Personas con problemas respiratorios o sensibles a alérgenos en general, pueden tener problemas de salud por el uso de esta arena, debido a este polvillo que, además, inunda toda la casa, pues las partículas son tan microscópicas, que vuelan con facilidad por todo nuestro hogar. Y no, no me lo estoy inventando… Solo tienes que buscar en Internet “peligros de la arena de sílice” y alucinar un poco. Y por qué la siguen comercializando si es tan nociva? No tengo una respuesta verdadera, pero seguro que la palabra “dinero” está incluida en ella…

Las arenas para gatitos y para adultos con pica son una opción necesaria a veces. Aquí los porqués!

- Arenas especiales para cachorros: Si bien es cierto que las arenas aglomerantes son las más recomendables, hay situaciones especiales en las que no está indicada. Aquí hablamos de dos casos concretamente: los cachorritos y los gatos con pica. En el primer supuesto, los peques están aprendiendo a usar el arenero, a limpiarse torpemente tras hacer sus necesidades, y es posible que en este proceso de aprendizaje, ingieran restos de arena que quedan en sus patitas, o simplemente tengan curiosidad incluso por probarla en su inconsciencia juvenil.

Así mismo, los gatos con problemas de “pica” (trastorno por el que el gato ingiere materiales inertes de forma voluntaria, ya sea a causas de problemas directos de salud, o de comportamiento), también son susceptibles de ingerirla. En estos casos, si usamos una arena aglomerante, podemos encontrarnos con un serio problema de obstrucción digestiva. Por ello, hay algunas arenas no aglomerantes que sí están formuladas con cariño, amor y buena composición, para estos casos concretos. Suelen ser de origen arcilloso y son útiles hasta que nuestro gato puede comenzar a usar una arena aglomerante sin riesgo, por hacerse más mayor y hábil, así como de forma permanente en gatos con problemas de pica.

- Algunas arenas ecológicas: Si en el envase de la arena, además de un gato, aparece un conejo, un periquito y un hámster, no es una arena para gatos, es un lecho para pequeños animales… Aunque sean de origen ecológico (procesados de materiales orgánicos), solo nos permiten retirar las heces, pero no los orines, que acaban siendo una argamasa en el fondo del arenero. Yo estoy muy a favor del uso de arenas de procesados orgánicos, pero este tipo de lechos no son adecuados ni higiénicos para el uso en areneros para gatos. Si bien es cierto que no suelen levantar polvo, por lo general son bastante sucias y olorosas, antes de ser usadas y, después, todavía más.

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Arena SÍ aglomerante

Llegaron a nuestro mercado hace un par de décadas aproximadamente, y son una solución muy eficiente para ofrecer a nuestro gato. Independientemente de su composición, tienen la característica común de desecar las heces para que huelan menos, así como poder aglutinar la orina en pequeños bloques para poder retirarla del arenero. Nos ofrecen la increíble ventaja de que, al poder retirar todo tipo de deposiciones, la arena que permanece en el arenero queda prácticamente limpia para sus usos posteriores por parte de nuestro gato.

Esto es mucho más higiénico para todos. Como humanos, no olemos la acumulación de pises ni la humedad de las heces, y nuestro gato “estrena” arena cada vez que hemos hecho ronda de retirada. Además, esto nos permite tener más margen de tiempo a la hora de desinfectar el arenero por completo, ya que al retirar rápidamente todas las deposiciones, genera menos proliferación de bacterias y otros agentes nocivos para la salud. Que no quiere decir que te olvides de limpiar, que quede claro, pero no te obliga a realizarlo cada semana o menos, como con las anteriores.
Disponemos de las siguientes variedades:

- Arenas arcillosas: Son arenas compuestas de materias primas minerales, generalmente de bentonita o sepiolita. Su formato es de pequeños gránulos normalmente (aunque también las hay gorditas, puntualmente). Están fabricadas con materiales arcillosos que, al entrar en contacto con humedad, aglutinan y se hacen una bolita sólida. Suelen estar clasificadas por su poder de absorción (300%, por ejemplo), que es el volumen que aumentan al aglomerar. En ocasiones tienen también partículas de aroma para hacer más amable la experiencia del humano y, si la arena es de calidad, se preocupan en que esa fragancia no moleste al gato, o incluso le resulte atractiva (menta, lavanda, etc.). Hay que mirar la composición igualmente porque, sorpresa, muchas de ellas también contienen sílice…

Cómo funciona una arena aglomerante y sus increíbles prestaciones, frente a una que no lo es…

Es una arena muy válida, aunque en este producto “lo barato sale caro”. Es decir, las prestaciones que ofrece dependerán mucho del gasto que hagamos en una de calidad. Las más baratas, engañan. Primero, porque levantan bastante polvo, tanto al reponer el arenero, como al removerla el gato cuando hace sus necesidades, pudiendo ser peligrosas a largo plazo. Por otro lado, éstas que parecen más económicas, no suelen aglomerar correctamente, por lo que al ir a retirar las deposiciones con la pala, la bolita se deshace en pequeños trocitos, no quedando la arena limpia completamente y dejando restos. Al final nos obliga a vaciar y desinfectar con más frecuencia para poder mantener una buena higiene.

Por último, decir que es una arena poco respetuosa con el medio ambiente, pues genera bloques incapaces de desintegrarse en el tiempo. En el futuro, los extraterrestres pensarán que la Tierra fue dominada por los gatos, porque estará llena de cacas y pises fosilizados en este tipo de arena (pequeña broma realista que suelo hacer…)

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- Arenas ecológicas (que especifiquen que aglomeran): diseñadas exclusivamente para gatos, y no para una colección diversas de especies… Tienen muchos formatos y composiciones, al gusto del consumidor (humano y felino). Llevan unos 15 años a nuestra disposición, y las posibilidades y nuevas composiciones, no dejan de aumentar cada año. Se realizan a base del procesado de materiales orgánicos, normalmente fruto del reciclaje de otras industrias. Así, las tenemos de celulosa, maíz, soja y más! Las hay imitando las piedrecitas de la arena convencional, de grano fino, ultrafino, pellets, etc.

Dentro de todas las variantes, hay una que recomiendo firmemente, y son aquellas que se pueden desechar por el WC. Sí, como lo oyes, puedes recoger las deposiciones con la pala, echarlas al inodoro y tirar de la cadena y, voilá, olvídate de ellas!! Al entrar en contacto con una gran cantidad de agua, se deshacen automáticamente. No van a poner en peligro tus cañerías ni las van a obstruir, pero asegúrate de que lo indique en el envase, ya que no todas tienen esta cualidad. Lo maravilloso de esta característica es que, si puedes tener el arenero en el aseo, cada vez que pasas a lavarte la cara, los dientes o afeitarte, si ves algo en el arenero, lo eliminas inmediatamente, sin necesidad de ir con la bolsita de cacas hasta que se llena y la tiras a la basura. Gracias a poder hacer esto, el arenero está siempre limpio para ti y para tu gato.

En añadido, ayudas al medio ambiente, pues estás usando un producto reciclado y que no contiene químicos, ni para ti ni para tu gato ni para el medioambiente, es todo orgánico! Y si tu gato llegara a ingerir por descuido algo de la arena, no está metiéndose al cuerpo nada que pueda ser tóxico o peligroso. Ojo, no deja de ser una arena aglomerante, que también puede provocar una reacción u obstrucción digestiva, pero siempre a una escala muchísimo menos peligrosa que si es sílice o un producto arcilloso o químico…

Las arenas ecológicas ya están aquí, y son lo mejor del universo para todos!!

Cantidad de arena

Y cuánta arena pongo en el arenero? Ni mucha, ni poca… Dependerá en gran medida del tipo de arena que empleemos pero, por norma general, unos 5cm de altura en toda la superficie. El concepto es que el gato pueda realizar sus rituales propios, dar las vueltas pertinentes y hacer hueco para la deposición, así como tener la posibilidad de enterrarla. No es necesario echar una barbaridad de arena y que se desborde, pero tampoco debemos echar tan poquita que se vea el fondo y el arenero.

En caso de que la arena sea aglomerante, conforme vamos retirando deposiciones, podremos ir rellenando con arena nueva, dejando siempre una cantidad similar, hasta que finalicemos el paquete y toque desinfectar. En caso de que no aglomere, quitaremos las heces y dejaremos que la arena se vaya agotando (sin pasarnos…), hasta que consideremos que la cantidad es insuficiente para nuestro gato, y decidamos que es momento de retirar la restante y desinfectar, como indicaremos un poco más adelante.

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Cómo cambiar el tipo de arena

Es curioso que es “voz populis” que cuando cambiamos de alimento al gato, lo tenemos que hacer paulatinamente, por lo menos en el caso de que esté acostumbrado a comer siempre lo mismo. Pero, cuando queremos variar y poner una arena nueva, lo hacemos de golpe y porrazo, y pretendemos que el gato lo acepte sin más. Error. Nuestro gato, que es muy rutinario por norma general y acepta mal los cambios, basa uno de sus pilares fundamentales en su arena. Ya, en ciertas ocasiones solo renovar el arenero en sí, puede hacer que lo mire con cautela y le cueste usarlo con normalidad. Si lo que cambiamos es el material donde hace sus necesidades, con más respeto debiéramos hacerlo.

Cuando vamos a probar una arena nueva, lo suyo sería duplicar los recursos, es decir, poner un segundo arenero al lado del actual, y proveerle de la opción de que use el que más cómodo le resulte en ese momento. Podemos, en caso de que le esté costando aceptar el cambio propuesto, en vez de desechar las deposiciones, moverlas a la nueva arena, para que entienda que su finalidad es que la use. También tenemos la opción de usar la nueva arena en el arenero antiguo, y viceversa, cruzando opciones de algo conocido y algo nuevo. Tenemos un último truco que sería comenzar a mezclar una arena con la otra en ambos areneros, en diferente proporción, para que vaya conociendo la textura y olor de la nueva, sin ser un choque mental para él.

Una vez veamos que usa la nueva arena con relativa normalidad, podemos volver a tener un único arenero, con la nueva arena. Algunos gatos aceptan el cambio sin más trauma, pero otros pueden tomarse varios días en adaptarse, o incluso alguno puede no querer la nueva opción... Y ahí tenemos la posibilidad de probar una tercera variedad, o aceptar la posibilidad de que no lleguemos a poder cambiarla, y que la que usa es lo que quiere, aunque a nosotros no nos agrade, o pueda conllevar riesgos para su salud o la nuestra. Es lo que hay!

Dedicado a Bicho Mishima Mogwai y lo malita que se puso por comerse la arena ecológica…
Eva Aznar - ABRIGA

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