Todos los extras del arenero (y algo más).

PARTE IV de 4 entregas.

Higiene diaria y desinfección

Al igual que a nosotros nos gusta entrar al baño de un restaurante y que esté limpio, como si fuéramos los primeros clientes del día en usarlo, a los gatos, que son todavía más sensibles que nosotros, este factor les es fundamental! Hay dos tipos de higiene a los que tenemos que prestar atención: la continuada y diaria, así como la desinfección completa del mismo (o lo que yo llamo el “reinicio” del arenero). Vamos, que una cosa es la retirada constante de deposiciones y, otra muy diferente, el limpiar el continente que alberga la arena, es decir, el arenero.

Lo correcto es eliminar cada deposición en el momento en que se realiza, además de la desinfección periódica de todos los enseres.

- Higiene diaria: Como hemos visto en los tipos de arena, con las aglomerantes podremos retirar todo tipo de deposiciones, lo que nos ayudará a que nuestros gato entre en el arenero sin la molestia de encontrarse pises o caquitas que ha dejado ahí hace un rato. Hay gente que se siente orgullosa diciendo que limpia el arenero todos los días. “Orgullosa” de que se acumule en una cajita pequeña las cacas y pises de todo un día... No es suficiente. Debiéramos hacerlo varias veces al día. Es como tirar de la cadena cada vez que usas el WC, es algo recomendable para humanos, que debiéramos extrapolar a los gatos y su arenero.

Si no usamos arena aglomerante, solo podremos retirar las deposiciones sólidas, por lo que tendremos que poner más foco en la desinfección total y realizarla con más frecuencia. En general, siempre van a ser más sucias para todos los miembros de la familia.
Las deposiciones se limpian con una pala específica para ello. Parece que está de más comentar este detalle, pero he visto a gente sin nada de experiencia usar el recogedor de la escoba, recogerlas con una bolsa de plástico (como las deposiciones de los perretes), tirar toda la arena cada vez que hay una caquita… No todos nacemos aprendidos, pero estamos aquí para cambiarlo! Lo recogido se eliminará por la vía que indique el fabricante de la arena, ya sea a la basura general, a la orgánica, al WC…

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- Desinfección y reinicio: Al margen de que usemos una arena u otra, de que retiremos las deposiciones existentes constantemente, la arena no queda del todo limpia, y el arenero tampoco. Es un artículo de plástico, que entra en contacto con los fluidos de deshecho de nuestro gato y que se ensucia. Además, en las deposiciones de los gatos hay una gran cantidad de feromonas (mensajes químicos) y olores fuertes que van modificándose con el paso de las horas y los días, volviéndose más desagradables e incómodos.

Es conveniente que, periódicamente, retiremos toda la arena existente, desinfectemos el arenero adecuadamente, y volvamos a rellenar con arena completamente nueva. Cada cuánto hacemos esto? Dependerá del tipo de arena que usemos, cantidad de gatos, etc. Por norma general aconsejaría que, si usamos arena no aglomerante, lo hiciéramos mínimo semanalmente; con la sí aglomerante, podríamos espaciarlo más, y hacerlo cada 3-4 semanas, solo en el caso de que sea de calidad, de lo contrario cada par de semanas sería lo adecuado. Y cómo lo hacemos? Vamos a ello!

Por más que se retiren las deposiciones, siempre quedan restos sueltos, es inevitable… De ahí que tengamos que desinfectar cada tanto.

- Paso 1, retirada de la arena. Que no te dé pena tirar arena si está sucia. Ninguna arena es infalible, en todas siempre quedarán restos de deposiciones que se irán acumulando y no podrás retirar. Deséchala por el medio que proceda y deja el arenero lo más limpio posible, mecánicamente hablando (traducción: rasca con la pala todos los restos que hayan quedado agarrados a la superficie, te facilitará los siguientes pasos).

- Paso 2, desinfecta con limpiador específico. Pon el arenero en la ducha o bañera y échale agua templada para ablandar los restos de arena que pudiera haber, y luego vacíalo. En la actualidad tenemos muchos limpiadores a nuestra disposición que realizan la labor de desinfección, tales como los que empleamos durante la pandemia (no me gusta decir marcas). Yo soy muy fan de la lejía diluida, es muy buen desinfectante de agentes biológicos. Bien es cierto que muchos gatetes tienen atracción por su olor y pueda resultarte preocupante. Decirte que no tienes por qué, uno, porque la diluimos un montón (echamos solo un chorrito) y, dos, porque luego vamos a hacer más pasos y su olor desaparecerá. Pero si prefieres algún otro limpiador, no hay inconveniente, siempre que sea un desinfectante bueno. Este paso lo realizaremos siempre con agua fría: usar bien el limpiador, aclarar con abundante agua, y continuar al siguiente paso.

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- Paso 3, quitar la carga enzimática. Vale, hemos matado las posibles bacterias, pero el material plástico coge olores que nosotros no detectamos, pero nuestros gatos sí… Por ello, lo correcto es hacer una segunda ronda de limpieza con un producto especializado y que contenga oxígeno activo, u otro componente de acción similar. Esto eliminará las feromonas, las enzimas olorosas y cualquier otro resto que el gato percibe con su olfato y que le puede resultar molesto. Puedes usarlo en spray, en polvos diluidos en un poco de agua o en el formato que más te guste. También hay opciones de limpiadores fabricados y comercializados específicamente para esta labor, ahí, cada cuál. Siempre aclarar después con abundante agua fría.

- Paso 4, finalizar y reponer. Ya casi lo tenemos, solo nos quedaría secar bien, bien, bien el arenero con textil o papel, dejar que pierda un poco la humedad interior (sí, aunque seques la superficie, verás que sigue estando húmedo…) y rellenar con arena nueva y limpita. Listo para usar!!

Nuestro gato será mucho más feliz con su arenero siempre limpio. Aunque no te lo pida, es la realidad…

Accesorios, trucos y demás

Además del arenero en sí, hay muchos otros accesorios, imprescindibles u opcionales, que nos conviene conocer. Cada vez el mercado es más amplio y nos ofrece nuevos inventos útiles, y no tanto… Vamos a conocer unos cuantos!

- La pala. Un gran imprescindible, al cuál no se le presta la mínima atención… En muchos años de cuidado de gatetes a domicilio, no podéis imaginar la cantidad y variedad de aberraciones que he podido ver; desde palas rotas con tanta edad como el gato, a otras tan flexibles que no te permiten hacer presión, a espumaderas de cocina, palas de playa, buf, un sinfín de despropósitos!! Es necesario que la pala sea de calidad y, si se deteriora o rompe, cambiarla por una nueva (que son baratas…). Tiene que ser rígida y firme, y es recomendable que tenga terminación recta, para poder rascar el fondo del arenero y levantar las deposiciones adheridas a él.

Por si no lo sabías, hay distintos tamaños de agujero, que no están ahí por capricho de los fabricantes o para hacer bonito, si no para que se adecúen al tamaño de la arena que usemos. Los agujeritos deben permitir que pasen sin problemas los granos de arena limpia, así como frenar que pase la deposición y/o la aglomeración de la misma. Si usas una arena fina, necesitarás una pala con orificios pequeños. Si usas una más gruesa, el agujero deberá ser de mayor tamaño. Y sí, la pala también se desinfecta a la par que el arenero, y también conviene cambiarla cada cierto tiempo.

Escoger una pala adecuada para nuestro tipo de arena nos ayudará a realizar la limpieza de forma más ágil y eficaz.

- Alfombrillas perforadas a la entrada del arenero. Este es un sí por mi parte, porque no afecta o perjudica al gato, pero nos es útil a nosotros los humanos. Porque una de las mayores incomodidades que tenemos respecto al arenero, es la arena que el gato saca y reparte por toda la casa. Te informo desde ya que es inevitable que esto ocurra... Porque siempre queda algo de arena entre sus patitas y la van a llevar allá a donde vayan. Pero sí es cierto que lo que saquen rascando justo al lado del arenero cuando lo visitan, en vez de quedar en el suelo y llevárselo a rastras (y tú también con tus pies), se quedará en esa alfombrita. Son de materiales gomosos, foam y similares, fabricados en distintos tamaños (acorde al espacio del que dispongamos) y, además, la arena que cae en ella puede echarse de nuevo dentro del arenero y reutilizarla. Nota, también hay que desinfectarlos y limpiarlos al mismo tiempo que el resto de enseres.

- Bolsas plásticas para dentro del arenero. La conclusión es NO, no son recomendables… Si ya de por sí una caja de plástico es algo “antinatural” para tu gato, imagina que no solo no tiene más tierra debajo de la arena, sino que además hay un plástico que se mueve a cada movimiento de patitas que él hace. Están pensadas para que nosotros, como humanos, no nos tengamos que molestar en echar la arena en una bolsa externa, cuando vamos a desinfectar, pero no tiene sentido. Además de que son algo frágiles por norma general y, si se arañan, pues no sirven de nada. Por no hablar de que es otro gasto extra…

- Perfumes y anti-olores. Si usamos una buena arena y mantenemos la higiene continuada, no es necesario usar este tipo de productos. En caso de que, como humanos, seamos de los que nos incomodan los olores fuertes y queramos recurrir a estos artículos, es una opción válida. Mirar siempre bien que sea un producto confiable y que esté formulado específicamente para no molestar a nuestro gato, ya que no queremos que le incomode cuando haga uso del arenero. Si probamos alguno de estos productos y detectamos alguna alteración por parte del gato en cuanto al uso cotidiano del arenero, no tendremos más remedio que dejar de usarlo.

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El arenero y la salud de mi gato

El arenero es un elemento que afecta directamente a la salud de nuestro gato, tanto a nivel físico, como emocional y comportamental. Su uso nos facilita muchísima información respecto al estado de salud en el que se encuentra nuestro gato y, cada vez que hay alguna alteración en su uso cotidiano o detectamos una anormalidad, nos tenemos que preocupar e intentar solucionar lo que esté ocurriendo. Hay que poner el foco en tres vertientes:

- Problemas directos con el arenero. Como habéis podido entender hasta ahora, son muchos los factores que influyen en el correcto uso del arenero, probablemente bastantes más de los que imaginabas antes de comenzar a leer… A veces, un pequeño detalle al que nosotros no damos importancia, a nuestro gato le está molestando y afectando severamente, y acaba dando la cara en forma de problemas de salud.

En ocasiones nuestro gato hace sus deposiciones en otras zonas de la casa, maulla cuando va a usarlo (mientras que antes no lo hacía), se acerca, da vueltas, pero luego hace sus cositas fuera, usa nuestros sanitarios para sus deposiciones (ducha, bañera, lavabo…), lo vemos nervioso momentos antes de usar su arenero, y otras muchas otras cosas anormales en sus rutinas. Puede ser un indicativo de que algo estamos haciendo de forma incorrecta, ya sea por el tipo de arena que le ofrecemos, por tener una higiene insuficiente, por la ubicación del arenero que hemos escogido…

Infinitos son los problemas de salud que pueden estar relacionados con el uso del arenero. Hacer bien las cosas desde el principio, nos ahorrará muchos quebraderos de cabeza.

- Problemas indirectos que dan la cara en el arenero. A pesar de hacer todo correctamente, en ocasiones detectamos los mismos comportamientos anómalos que en el anterior párrafo, pero no lo relacionamos de forma directa con ningún factor en relación al arenero. Su uso incorrecto nos sirve en muchas ocasiones de detector de “otros problemas de salud”, que dan la cara al ver nosotros que nuestro gato no lo usa con normalidad.

Infecciones de orina, problemas óseos que le causan dolor al hacer sus deposiciones, problemas digestivos, presencia de parásitos internos, y un largo etcétera. Los gatos son expertos en ocultar sus problemas de salud para no mostrar debilidad, por ello, cualquier cambio en el uso cotidiano del arenero, nos indica que quizá algo esté pasando en su organismo. Incluso si ocurre de forma aislada, no debemos mirar a otro lado, porque puede ser algo grave.

- Problemas de comportamiento y llamada de atención. Nuestro gato no tiene únicamente un sistema de salud física, sino también un complejo sistema de salud emocional. El gato tiene una comunicación extremadamente rica y que se apoya en muchos sistemas de lenguaje: químico mediante feromonas, corporal (apoyado por las señales de calma), sonoro (incluyendo todo tipo de ruiditos, además del “miaou”), así como con su propio comportamiento para con nosotros. Si el gato tiene carencias emocionales, aburrimiento, incomprensión, depresión, estrés y otros muchos tipos de emociones negativas, así como si se encuentra mal físicamente y no lo estamos viendo, puede tomar la decisión de, perdón por la expresión, “cagarnos en la cara”. Pises en nuestra almohada, caquitas en la puerta de entrada, marcajes en nuestra ropa… Todo esto es una gran llamada de atención indicando que algo va muy mal. No debemos castigar al gato por ello, no lo hace para enfadarnos, sino que está pidiendo nuestra ayuda inmediata y desesperada.

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En definitiva, siempre que veas algo raro en relación con sus deposiciones y el uso del arenero, no lo subestimes, no esperes que se arregle solo o que no vuelva a ocurrir, ni pongas en práctica el consejo de turno que te da ese amigo “que ha tenido muchos gatos y ya pasó por lo mismo y lo solucionó haciendo esto o aquello”. Las razones por las que se está produciendo un problema pueden ser tan diversas, y cada gato tan único, que probar cosas “a ver si funcionan” puede, no solo no solucionarlo, sino empeorarlo gravemente.

Lo primero de todo, acude a tu veterinario a la mayor brevedad. Es necesario descartar que haya un problema directo en la salud de nuestro gato, a través de consulta con un profesional y de las pruebas diagnósticas necesarias en cada caso. Si tras la visita al vete, éste nos dice que está todo aparentemente correcto, tampoco debemos quedarnos ahí, sino que nos pondremos en contacto con un experto en comportamiento para que nos oriente y ayude a solucionar el problema. Muchas veces los humanos estamos tan inmersos en nuestras dinámicas diarias, que se nos escapan cosas obvias, que para nosotros son la mar de normales y correctas, pero que para unos ojos externos pueden ser el posible foco del problema.

Porque, repito, lo que está pasando, no se va a solucionar solo, nunca, si no que va a ir a más y a peor; y el primero que lo está pasando mal en esta situación, es tu gato. Pedir ayuda no es malo, hasta yo lo hago con mis cinco gatos, y recurro a veterinarios, a especialistas y a expertos en comportamiento si lo necesito, y no me hace de menos, al contrario, es actuar de forma responsable. Así que no remolonees y busca ayuda para tu compañero felino…

Cada gato es único… Debemos adaptarnos a sus necesidades individuales en todos los factores que pueden afectarles. Observa a tu gato y conócelo!!

CONCLUSIÓN

De acuerdo, y ahora que has podido leer este increíble y tan completo artículo, te voy a pedir un favor: olvídate de todo lo que has leído!! Bueno, ya no es olvidarse, sino ser consciente de que todo lo que has aprendido debe ser adaptado necesariamente a cada gato, núcleo familiar, espacio del territorio, etc. No existen dos gatos iguales (en serio, he conocido ya alrededor de 750 de ellos y no he encontrado dos que sean idénticos), por lo que hay que adaptarse a la individualidad que cada uno tiene y que lo hace especial y único…

Hay gatos requetelimpios, otros que aceptan todo lo que les eches; los hay muy inseguros y miedosos, y otros que hasta juegan con la arena y “te ayudan” a limpiarla; los que te acompañan al baño cuando tú vas a usarlo también, y los que necesitan intimidad y oscuridad para hacer sus cosas relajadamente. Los que hacen una fiesta de ruiditos para avisar de que han hecho una caquita, y los que salen corriendo como si hubieran cometido un pecado. Y así miles de características que hacen de tu gato un ser inimitable e irrepetible!

En este artículo tienes esos “grandes noes” que debiéramos respetar, pero también un montón de síes para estudiar y probar. No todo es blanco o negro, hay una infinidad de grises que poner en práctica hasta llegar a lo ideal para nuestro gato. Te pido personalmente que dediques tiempo a conocer a tu gato, a observarle, a probar diferentes arenas, ubicaciones del arenero, lo que haga falta, para que él se sienta cómodo y feliz pudiendo usarlo cada día. No te haces a la idea de lo que puede mejorar la vida de tu gato y, por ende, la tuya propia!!

Dedicado a todos esos gatetes que mejorarán su vida por el interés de sus humanos a través de leer esta colección de artículos!!
Eva Aznar - ABRIGA

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Me vuelvo loco con tantas arenas!